jueves, 18 de octubre de 2007

Una dulce guerra

Sin duda soy muy juguetón, leyendo mi blog es fácil comprobar lo que me motiva crear situaciones morbosas, nuevas, diferentes en lo que digamos a "encuentros intimos se refiere".

Pero hay otro apartado con el que disfruto tremendamente, una dulce guerra.

Me encanta cuando encuentro una gran oponente, alguien con ganas de jugar, de plantar batalla. Cuando he comentado esto con alguien siempre me han dicho - claro, tu disfrutas ganando, dominando...- Es absolutamente cierto, si me doy a una guerra, disfruto con cada batalla que gano, con cada momento de dominación que ejerzo. Nada mas excitante que tener a tus pies a una gran rival.......

Lógicamente, ahí no queda todo, esa guerra no seria interesante si la oponente no fuera capaz de dar calidad a las victorias, y eso solo puede hacerlo ganándome, dominándome, haciéndome estar a sus pies.

Por eso disfruto tanto de sus victorias como de las mías, un enfrentamiento reñido hace interesante el encuentro.

Cuando en Tae Kwon do combate un cinturón negro contra uno blanco, tiene la victoria asegurada, pero es una victoria demasiado fácil, no tiene ni porque esforzarse.

Ver a dos cinturones negros enfrentarse, con su valentía, con una técnica perfecta, con ataques medidos, y defensas ágiles, es un verdadero placer.

Estoy deseando esbozar mi sonrisa, será la misma en las victorias que en las derrotas.