domingo, 27 de enero de 2008

Había quedado después... (Aportación de Alicia)


Había quedado después del trabajo con Álvaro, un compañero de la oficina con el que tenía una conversación pendiente relacionada directamente con un momento de locura que compartimos unas semanas antes…

Coincidí con Traviesillo en el msn y me propuso ir a recoger los pendientes que me dejé en su mesilla… Sonaba muy tentador, pero le dije que no podía porque tenía esa conversación pendiente. Enseguida me preguntó detalles (¡qué curioso es este chico! ¡me encanta!) y empezó a decirme cosas que le gustaría que hiciese esa noche, que recordase cosas que habíamos hecho juntos, quería saberme excitada durante la conversación.

Charlando, charlando, empezamos a concretar… primero me pidió que cuando estuviese con Álvaro, me disculpase y fuese al baño, me acariciase suavemente recordando lo más excitante de nuestra ultima cita y que me metiese los dedos hasta dentro varias veces y luego tuviese mi conversación normal, le dije que era un bicho, pero me dijo que si realmente fuese un bicho me diría que le llamase y él mismo me diría como quería imaginarme mientras yo me tocaba, y después, durante mi conversación con Álvaro él se masturbaría pensando en mí.

Seguimos charlando y además de esto, acordamos, entre tema y tema, varias cositas… Al llegar al trabajo, le daría una nota, con la dirección del sitio que había elegido para charlar con él, pero sin decirle qué tipo de sitio era, solo una dirección, y un “te espero aquí solo hasta tal hora, no me llames, no me mandes ningún sms, solo ven”, durante el trabajo, nada de miradas cómplices, le ignoraría completamente, así él estaría más sorprendido. Al terminar me iría rápido de la oficina y mientras le esperaba en el sitio acordado, llamaría a traviesillo. Una vez que estuviese hablando con Álvaro tenía que conseguir que me besase la mano, para que pudiese oler la excitación que unos momentos antes tenía entre los dedos. Aunque no fuese consciente de ello por el tiempo transcurrido, las hormonas harían su trabajo, entre la conversación debía hablarle de que me gustaría que me metiesen en un portal y me follasen allí, así, si pasábamos por alguno, tendría la duda de si lo dije para que él lo hiciese o si solo era una anécdota más…

El plan se torció un poquito al principio… llegué un poco tarde a trabajar y no pude darle la nota antes, se la dí al irme y salí corriendo. Al llegar al café, entré en el servicio y llamé a mi pequeño demonio… me preguntó si estaba en el baño ya, qué llevaba puesto, si me estaba tocando… le dije que sí, que llevaba unos pantalones vaqueros y que iba a bajarme en ese momento la cremallera. Acerqué el teléfono a mi pantalón para que escuchase el sonido de la cremallera al bajar. Le excitó un montón, me encantaba oír su voz y su respiración al otro lado del teléfono, cada palabra suya hacía que mi temperatura subiese. Siguiendo sus instrucciones metí los dedos en mi coñito húmedo, contándoselo con detalle. Llamaron a la puerta, así que tuve que ir fuera a continuar la conversación, aunque inevitablemente, cambió de tono... ¡lástima! Estaba en la puerta (ya que dentro con la música no oía bien, y no quería perder ni una palabra de la conversación) cuando apareció Álvaro por la esquina de la calle. Un escalofrío me recorrió cuando escuché en el teléfono “¿ya ha llegado? Diviértete, yo voy a masturbarme pensando en tí” a la vez que los ojos azules de Álvaro me miraban con una mezcla de sorpresa, confusión y deseo. Le había costado un poquito encontrar el sitio y el juego le divirtió.


Nos sentamos en una mesa, bastante discreta, aunque no hacía mucha falta, el local estaba prácticamente vacío. Yo le miraba fijamente, divertida, sonriente y todo lo sensual que podía, mientras él no sabía por dónde empezar la conversación. Notaba su deseo, sus ganas de besarme, veía sus pupilas dilatarse al fijarse en mi mirada. Después de un rato comenzamos a besarnos suavemente y a acariciarnos, la cara, el cuello… recordé mis dedos y los pasé cerca de su boca, acariciando sus labios… no pareció reaccionar, aunque más tarde hubo un momento en que me cogió de la mano, me la acarició, se la acercó a la boca, la besó y me chupó los dedos que un poco antes habían estado en mi sexo! No lo podía creer! Seguía sin parecer notar nada, pero por un motivo o por otro estábamos cada vez más excitados, él estaba muy nervioso, de vez en cuando decía que teníamos que irnos, que al día siguiente madrugábamos y tenía un trabajo que preparar, pero no era capaz de irse, volvíamos a besarnos una y otra vez, por distintos motivos, ninguno teníamos casa disponible, así que aunque nos apetecía seguir no podíamos, quedamos en que otro día lo organizaríamos mejor e iríamos a un hotel o algo. Con tono de broma, le dije que podíamos hacerlo en un portal, que yo no lo había hecho nunca… no seguí la conversación, quería simplemente que se quedase en su mente, pero que no le diese importancia. Seguimos besándonos y acariciándonos cada vez mas descaradamente, empezaba a ser muy indiscreto, así que al final una de las mil veces que dijo que nos íbamos, dejé que nos levantásemos y salimos a la calle.

Llovía un poco, estábamos hablando y besándonos en la calle y nos refugiamos en el portal de al lado. ¡Estaba abierto! Me acordé de lo que le gusta a Traviesillo preparar sorpresitas, y pensé que era como si en la distancia hubiese dejado ese portal abierto para mí, cuando nos pusimos ahí, Álvaro me miró con cara de "no estarás pensando en eso..." y le dije “no pienses mal, si es que está lloviendo, nada mas” con mi mejor sonrisa y mi cara de niña buena cinco estrellas, luego me apoyé en la puerta mientras seguíamos besándonos y entonces hice como que me sorprendió que estuviese abierto y dije: uy! si está abierto!

Le cogí de la mano y le metí en el portal, estaba nervioso por si nos pillaba alguien, así que le dije: "por lo menos nos besamos un poco tranquilos y sin lluvia" y en principio fue así, pero luego la temperatura fue subiendo, bajé mi mano, acariciando su pecho y cuando llegué a su pantalón descubrí que tenía una erección increíble, la tenía durísima, le dije “vaya! parece que estás muy excitado, con lo tranquila que estoy yo…” solo deseaba que comprobase él mismo mi excitación, que acariciase mi sexo y metiese sus dedos en él… mi comentario tuvo el resultado previsto, me dijo “¿seguro?” a lo que yo respondí “¡claro! ¿no te fías de mí?” su respuesta fue “no del todo” mientras bajaba su mano, acariciándome el pecho y el vientre a su paso hacia mi sexo, cuando llegó a tocarme, y notó lo húmeda que estaba, se volvió loco, pero seguía poniéndole muy nervioso la situación y la posibilidad de que nos pillasen. Buscamos un rincón más apartado en una especie de descansillo junto a unas escaleras que bajaban al sótano, seguimos besándonos, cada vez mas apasionadamente, él seguía tocándome y cada vez que metía los dedos en mi coñito se excitaba más. Me bajó un poco los pantalones y las braguitas, y yo bajé los suyos, me di la vuelta y apoyé mis manos en la pared, obviamente, no pudo resistirse más y me penetró. Entro resbalando hasta el fondo, ¡estaba empapada! con una mano acariciaba mi clítoris y con la otra a veces me acariciaba el pecho y otras me cogía la cabeza y me la giraba para besarme como loco.

Después de un par de paradas, por sustos que se llevó al creer que abrían el portal, se corrió y yo estaba a punto. Durante la conversación le había preguntado sobre lo que quería hacer conmigo cuando tuviésemos cierta intimidad, y no me quiso decir nada porque le daba corte, así que en ese momento le dije que si era capaz de contarme con detalles lo que haría cuando estuviésemos solos en una habitación, yo me masturbaría. Primero suspiró, luego le miré a los ojos en plan, bueno que? eres capaz? y me dijo que sí, mirándome con cara de vicio, así que eso hicimos. Me contó con todo detalle como follaríamos en nuestra próxima cita, me excitó muchísimo y no tarde nada en correrme yo también, tuve que hacer un gran esfuerzo para no gemir demasiado. He de decir que mi primera experiencia en un portal fue de lo más excitante, morbosa y divertida. ¡Me encantó!

Gracias Traviesillo, por abrir mi caja de Pandora particular…

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya..con que poniendo tu granito de arena aún estando en la distancia?
Es que no te puedes estar quieto ni un momento?


LO TUYO ES ARTE.

Anónimo dijo...

Siguiendo algún misterioso hilo conductor, conocido en otro sitio, he llegado aquí y debo decir que te felicito por el toque estético de buen gusto y muy personal que le pones.

Las fotografías son una delicia por lo atrevidas... provocadoras e insinuantes, invitándo a querer ver más...

Seguiré visitándote aquí y allá.

Cariños angelicales

Mae

Anónimo dijo...

Vaya, me encanta que tu traviesa mente haya despertado a la bella dama del relato, realmente eres perverso... jajaja, me encanta!!! gracias por contarnoslo Alicia ;) y gracias a ti por esas maravillosas fotos!!

Secret Smile

Ayanay dijo...

Ufff que pretendes que em de un infarto?

Morire de calor jajaja

Besos

Anónimo dijo...

Me encantó, maravilloso enfoque con las foto, las palabras perfectas para crear un ambiente de erotismo total...volvere

Dr.Mikel dijo...

Tu si que eres traviesilla, jajaja
Saludos.

Anónimo dijo...

nyery

efectivamente, tiene un arte!!!!...

espero que no pueda estarse quieto nunca ;-))

alicia

Anónimo dijo...

Secret Smile

Gracias a tí por leer el relato. Me encanta que te haya gustado. Estoy disfrutando mucho de este "despertar" y me divierte compartirlo.

perverso, perverso... Sí, lo es. jijiji

bs,
alicia

Anónimo dijo...

dr. mikel

en ello estoy, aunque todavía estoy a años luz del maestro... pero todo se andará, voy soltandome a pasos agigantados mmmmmmmmm jajaja

más saludos
alicia