domingo, 2 de noviembre de 2008

Una jovencita.

Después de unos días hablando por fin nos decidimos. Era un día de diario, pero la conversación ya habÍa alcanzado los tintes necesarios para que la cita se convirtiera en inmediata e irremediable.
Carla tiene 18 añitos recién cumplidos (al menos eso me dijo...), su cara combinaba perfectamente la inocencia de su edad con el morbo que llevaba dentro y que podía leerse en su cara, evidentemente cuando ella quería. En nuestras conversaciones había podido notar como se desenvolvía a la perfección en el juego del erotismo, de la excitación encubierta. Sabía perfectamente cómo manipular la imaginación de un hombre y llevarle al terreno que ella quería.
Charlando sobre fantasías y experiencias me dejó entrever una cuenta pendiente: - Algo que nunca han conseguido es que me corra haciéndome algo. - ¿Haciéndote qué? - No pienses que te lo voy a decir. - Tendré que averiguarlo y conseguirlo. - Eso han dicho ya otros... - Ya, pero creo que sé que puede ser, y soy bueno en ello. - Insisto, eso ya me lo han dicho otros... No habíamos concretado cual era el plan, pero por conversaciones anteriores supuse que iríamos a tomar algo para conocernos mejor.
Mientras conducía afianzaba mi deseo de aprovechar ese tiempo para seducirla. Al llegar la esperé dando un paseo por su calle mientras ella bajaba, por fin nos vimos y nos saludamos, no estaba pensado, hablado ni previsto, pero un suave beso en los labios fue el comienzo de la noche.
Carla lucía el aspecto de una jovencita coqueta, con vaqueros bien ceñidos que dibujaban a la perfección unas piernas preciosas, un top que insinuaba de manera generosa sus perfectos pechos y una preciosa melena ondulada y negra como el azabache. Cuando subimos al coche encendí el GPS con intención de que me avisara de los “limites de velocidad” para evitar multas. Carla me pregunto de una manera sorprendentemente espontánea:
- ¿Para ir a tu casa necesitas el GPS?
Me dejó sorprendido y no quise entrar en los detalles de porqué daba por sentado que iríamos a mi casa y menos cuando veía en ella una intención clara y evidente de lo que pretendía esa noche, de cual era su deseo.
Cuando llegamos a mi casa abrimos una botella de Amaretto y nos servimos primero una copa y después otra mientras charlábamos, reíamos y continuábamos seduciéndonos, jugando el uno con el otro. Guiábamos la conversación, si, la guiaba yo, pero ella también hacía gala de una gran destreza. Lejos de dejarse llevar o de facilitar de manera apresurada sus intenciones aunque evidentes, jugaba a acercarse, a alejarse, a acercarme a alejarme...
La conversación iba subiendo de tono, yo me iba fijando en sus “guiños”, hacia donde guiaba la conversación, su forma de mirarme, su forma de acercarse... Cuando resultaba no sólo evidente, sino inevitable me dispuse a besarla y....
- ¿Qué haces? – Una sonrisa enorme se esbozó en su cara mientras con una mano en mi pecho frenaba de manera inequívoca mi atrevimiento.
- ¿Y eso? – Pregunté imaginando de que se trataba...
- Das mucho por supuesto ¿No crees?
El juego había cambiado, Carla quería llevar las riendas, tenía una intención muy clara y quería jugar aún más, quería desesperarme hasta el punto en que no pudiera aguantar más. Así, los dos conscientes de que sólo hacíamos tiempo jugando a quien reventaría antes. Continuamos charlando, aumentando más la temperatura de nuestra charla, compartiendo impresiones sobre experiencias, fantasías y deseos. Incluíamos que deseábamos el uno del otro.
Estábamos sentados en el sofá de mi salón y ella reposaba sus piernas sobre las mías. Mis manos jugueteaban con su rodilla, con su muslo y de manera muy medida jugaba a acercarse cada vez más a su ingle. Me entretenía entre los alrededores para luego bajar a la rodilla. En algún caso me incorporaba haciendo intención de inclinarme sobre ella pero luego volvía a acomodarme.
El juego continuó hasta que mientras yo hablaba de no sé qué Carla me interrumpió con un evidente desinterés sobre mi charla.
- ¿Es que me vas a dejar así? Coincidieron nuestras miradas y nuestras sonrisas, me acerqué a ella
- ¿No era lo que querías?
- Eres un cabrón.
- Y tú eres una putita que te gusta jugar a niña dura ¿no? – La dije mientras mi mano ahora ya de manera descarada, presionaba entre sus piernas robándole el primer gemido de la noche...
Comenzamos a besarnos, sus manos recorrían mi cuerpo, buscaron de inmediato mi erección, los juegos, los preliminares, ahora ya no tenían sentido, nos habíamos excitado lo suficiente como para que lo único que deseáramos fuera sexo, sexo ya.
Retiré su top sin ningún cuidado buscando saborear sus pechos duros y excitados, quité sus pantalones de manera apresurada, buscaba llegar a ella, tocar lo que sabía que encontraría, la humedad de su excitación. Mis dedos no entraron, más bien resbalaron dentro, Carla comenzaba a gemir más y más y comenzó a retorcerse cuando mi lengua rozó por primera vez su clítoris.
Me volvía loco ver como esa jovencita se retorcía de gusto como una verdadera puta con mis dedos y mi boca devorando su coño. Cada vez metía los dedos más dentro, cada vez lamía con más ansia. Carla se encontraba tan excitada que no sólo mojaba mis dedos sino que su humedad se derramaba por su culito. No tarde mucho en tener que sujetar sus muslos mientras ella en medio de un gran orgasmo, trataba de zafarse de los labios que aprisionaban su clítoris.
- ¿Joder, es vedad lo que me decías..... eres muy bueno!!!!! – Me dijo cuando por fin permití que recuperara el aliento por unos breves instantes. Su cara aún sin recuperar me excitaba, tenía ante mí a una jovencita viciosa, vendida a mis deseos.
Gimió cuando sintió como la penetraba de golpe, cuando su coño más sensible se encontraba.
- No sabía que fueras tan zorra, te ha gustado jugar conmigo ¿eh....?
- ¿Zorra yo? Tu si que eres un cabrón!!!! ¿Te gusta follarte a una jovencita como yo verdad? Te gusta pervertirla y volverla toda una puta ¿verdad?
- No ha sido difícil, tú eres una putita, una putita de esas que les gusta ir excitando tíos. Seguro que te gustaría ir por la calle con tu minifaldita y provocar a un cabrón para que te acabara follando en cualquier esquina ¿verdad?
- ¿Ves como eres un cabrón? Estás pervirtiendo a esta inocente niña, la estás haciendo una viciosa....
Verla en su papel de jovencita pervertida me estaba volviendo completamente loco, sentir como se volvía más y más viciosa, como se disfrutaba y se desenvolvía a la perfección en su papel me excitó tanto que estallé en un orgasmo brutal mientra la gritaba.
- Toma Zorra!!!!! Puta!!!!!!!
Había estado con mujeres que jugaban a ser jovencitas, con jovencitas que querían jugar a ser mujeres experimentadas, pero nunca habia disfrutado tanto con una niña que lo único que hacia era desarrollar a la perfección su propio papel.

19 comentarios:

Su dijo...

ufff como siempre tu blog está al rojo vivo..excitante , morboso a tope..mmm, creo que iré a buscar una victima para la siesta..
Besos dulces..

Lydia dijo...

Desde el principio me he quedado enganchada a la historia esperando que podría ir sucediendo a cada instante... cual era el secreto de ella, de qué forma avanzaría él... y ambos jugando al gato y al ratón, pero de esa forma tan morbosa.

Erotismo dijo...

felicidades traviesillo...tu blog es caviar puro! Mucha calidad en tus fotos y en tus líneas.
Ciao

Anónimo dijo...

Ufffffff simplemente excitante, no puedo describirlo con otra palabra, bueno se me ocurren otras, sensual, morboso, placer en su máxima escencia, me he vuelto adicta tus relatos, porque por desgracia para i, no puedo decir que me haya vuelto adicta a ti,

Besos humedos, miles de ellos

Alicia dijo...

Muy excitante, sabes irnos guiando para seguir una a una tus sensaciones (y las suyas).

Completamente de acuerdo en que lo más excitante es ser uno mismo, y ver que la persona que tienes enfrente también es ella misma, y que es su propia esencia la que te excita, sin más. Es el verdadero juego, aunque se pueda adornar.

Besos endiablados.

Billie Jean dijo...

vaya vaya con don traviesillo...
Cuentas buenas historias,he leido alguna, no he tenido tiempo para más...Acacbo de empezar, así que a partir de ahora te seguiré.

Una curiosidad: lo que cuentas es real?eres tan bueno?es pura fantasía?
Pregunto todo esto porque como ya te he dicho no he leido desde el principio, y no se si lo explocas por ahi...
Si eres tan bueno,seguramente eres la fantasía de cualquier mujer...

Anónimo dijo...

Muy bueno tu relato!!
Súper-excitante.
Felicidades

http://miscosotas.blogspot.com

Nyeri dijo...

Si es que eres un cabronazo!!!

Ni siquiera permites que una pequeña zorrita pervertida lleve las riendas y sea ella quien decida còmo y cuàndo.

En fin...conseguiste lo que ninguno habìa conseguido hasta entonces, aunque quienes te conocemos sabemos que eso no es un reto para ti.

Besos.

Cirene dijo...

Me ha encantado desperezarme en esta fría mañana con un relato así... Buff... Aunque tengo un verdadero dilema: no sé si me pone más caliente el haberme identificado en tu relato con su papel... o con el tuyo.
Besos que derriten témpanos
Cire

Un travieso curioso dijo...

Susy...

Me gusta que sientas así mi blog... intentaré mantener esa tonalidad, tu mantente igual de activa en tus siestas...
;-)

Besos


J.

Un travieso curioso dijo...

Lydia...

Engancharte a un relato no es un mal comienzo... mmmmmm.

Besos.

J.

Un travieso curioso dijo...

Erotismo...

Muchas gracias y bienvenido, espero volver a verte por aquí...

Besos.

J.

Un travieso curioso dijo...

Lunallena...

Por desgracia para ti y para mí... Te espero.

Besos.

J.

Un travieso curioso dijo...

Alicia...

Que agradable siempre tu visita. Como dices, el juego es la esencia. Los adornos...? MMMMMMMMMMM Me encantan... ;-)

Besos

J.

Un travieso curioso dijo...

Human...

Bienvenida a mi blog. Será un placer tener tu visita mas a menudo.

Contestando a tu pregunta, mis relatos son siempre situaciones vividas.

A tu siguiente afirmación... No soy yo quien debo contestar ;-)

Besos

J.

Un travieso curioso dijo...

Marcos...

Muchas gracias, espero volver a verte por aquí.

Un saludo.

J.

Un travieso curioso dijo...

Nyeri...

Creo que solo te faltaba este medio para llamarme cabronazo, ya sabes como gusta... ;-)

No se porqué dices que no dejo llevar las riendas... si sabes que siempre me dejo... o no?

359 Besos

J.

Un travieso curioso dijo...

Querida Cire...

A mi no me dejas ningún dilema, el echo de que desees sentirte identificada me encanta y desde luego, promete... mmmmmmm

Besos.

J.

Anónimo dijo...

Casi todo es esta vida es remediable traviesillo :-) tal vez, sólo tal vez encontremos la forma de que no sea una desgracia mutua.

Besos dulces y sensuales