lunes, 12 de enero de 2009

Cuando el placer se paga




La envié mi anuncio, le interesó y decidimos cumplir juntos nuestras fantasías.
Ver anuncio (chico de compañía)

Nos encontramos en la Vinoteca de la Plaza de Santa Ana, tomamos un vino mientras manteníamos una charla banal y que Bárbara interrumpió en alguna ocasión susurrándome al oído...

- Uffffff, que ganas tengo....
- Y yo.... Llevo todo el día excitado pensando en complacerte, desde el momento en que me entregues “el regalito” seré todo tuyo.....

Bárbara sacó de su bolso un sobre y me lo entregó, su mirada decía.... “desde YA!!!”... y le susurré....

- Voy a hacer que amortices con un gemido cada céntimo que me has pagado....

Nos fuimos al restaurante y a pesar de todas las posibilidades que podría haberle ofrecido mi idea era brindarle todas las facetas que un chico de compañía puede prometer, por lo que en la cena me comporté así, simplemente ofreciendo una compañía cuidada, elegante, discreta, manteniendo una conversación animada y divertida con algún toque moderado de picardía.

No estaba seguro de si ese tipo de compañía era lo que ella esperaba durante la cena, por lo que le recordé....

- Este es el tipo de cena que he pensado ofrecerte, pero recuerda, esta noche, haré todo lo que tú me pidas.....
- Ufffffffffff..... – Exclamó de nuevo mirándome con ojos traviesos y golosos....

En ocasiones me susurraba frases como.....

- Qué ganas tengo de poner tu cara entre mis piernas....
- Mira, te voy a pedir que las recorras con tu lengua... – me decía retirándose discretamente el pañuelo que cubría su pecho....

Al final de la cena, durante el postre comenzamos a besarnos y mis manos jugaban acariciando sus piernas, mis labios su cuello y mi mirada la suya mientras me ella me confesaba su excitación y sus deseos de salir de allí cuanto antes, no quería continuar con la cena, ahora deseaba mi cuerpo......

Cuando llegamos a la habitación del hotel se paseó observándola, encontrando la caja de bombones y los dos benjamines de cava que la esperaban en la cama.... No tardó en tumbarse en ella, se acomodó aún vestida y con una mirada y un simple....

- Empieza...

Me indicó que comenzara lo que ya me había adelantado que deseaba...

Frente a la cama y con mi mirada más traviesa clavada en sus ojos comencé a desabrochar lentamente mi camisa, botón a botón hasta llegar al último. Abrí lentamente mi camisa mientras a Bárbara le cambió la expresión de la cara al ver mi torso desnudo.

- Continua.... quítate al menos los pantalones, el resto para luego...

Así hice, lentamente y botón a botón continué desabrochando mi pantalón, bajándolo muy lentamente mientras le decía...

- El resto? No... no hay resto...

No le hizo falta ni preguntar si llevaba ropa interior, lo estaba comprobando ya que mis pantalones se encontraban ya justo por debajo de la línea desnuda del pubis...

- Ufffffffffffff, entonces no, no, espera, quiero dejar eso para luego, ven!!!

Me tumbé a su lado mientras ella se desnudaba delante de mí, dejándose sólo el tanga...

- Recórreme, tócame, excítame... puedes tocarme entera menos la zona que cubre mi tanga...

Mis manos empezaron a recorrerla, bañaban su cuerpo desde los pies hasta el cuello...

- Te daré tres pistas... mi cuello, mis pezones y mi oído.

En cuanto lo dijo dirigí mi lengua directamente a su pezón mientras la miraba fijamente y le decía....

- Los pezones?... estarás deseando que los lama y... eso voy a hacer, voy a devorarlos.... – y mientras mi boca se desviaba a su oído cuando casi estaba a punto de rozarlos, susurré:

- Más adelante.....

Bárbara se retorcía de excitación, le gustaba que jugara con su deseo, que me acercara donde más deseaba y no llegara a culminar. Alargaba intencionadamente ese momento recorriéndola entera y suavemente.... La indiqué que se tumbara boca a bajo para continuar por su espalda.

Mi lengua lamía el recorrido completo de su columna mientras sentía, como su cuerpo se arqueaba con la sensación cálida y húmeda que le estaba recorriendo, para acabar en suaves mordiscos en el cuello y en la nuca. Bocaditos aleatorios e inesperados en su espalda la sorprendían y comenzaban a robar esos gemidos que tanto deseábamos ambos.... Mis manos bailaban con suavidad desde su pelo hasta acabar rozando el interior de sus glúteos... el interior de sus muslos...

Se giró de nuevo y esta vez de golpe y sin aviso cubrí su pezón con mi boca haciéndolo sentir cálido... húmedo... y pellizcado con mis labios una y otra vez. Lamía sus generosos pechos, la besaba, mordía su cuello y mi mano exploraba sus ingles de manera cada vez más osada, cada vez acercándome más al borde de su tanga que, movido por la excitación, ahora casi ya no cubría nada. Mientras, me frotaba contra ella haciéndola sentir la erección que batallaba bajo mis vaqueros.


- Ahora sí, quítatelos, quiero verte entero.

De nuevo frente a ella, volví a entretenerme, paso a paso, quitándome despacio la escasa ropa que me cubría, hasta que dejé al descubierto mi sexo excitado.

Me coloqué delante de ella, abrí sus piernas y me lancé, casi con brusquedad, a devorar su coño. En el último instante hice un cambio de dirección para devorar sus ingles, todavía no era momento de llegar a más. Lamía con intensidad, en ocasiones me detenía a oler la excitación que emanaba y volvía de nuevo hasta que Bárbara se irguió, se quitó el tanga y me dijo....

- Cómetelo, cómetelo despacito.....

Ahora su coño estaba a mi entera disposición... o quizás, sería más realista decir que era yo el que estaba a la entera disposición de su coño.

Con mucha suavidad lo cubría con mis labios, me entretenía jugando en él con mi lengua y mis dedos revoloteaban sin llegar a entrar. Yo quería jugar, quería llevarla hasta la máxima excitación, pero mi sorpresa fue ver como ella aguantaba y conseguía retener su propio deseo con la idea de hacerlo crecer hasta que la explosión fuera brutal.

En alguna ocasión notaba como su excitación se disparaba y en ese momento frenaba las caricias que mis dedos y mi lengua la profesaban.

Pensaba... “En breve me pedirá que la devore” cuando me dijo:

- Me acercas algo de beber?

No me lo podía creer, esta mujer estaba alimentando su deseo de manera completamente premeditada, creo que era consciente de que luego todo ese deseo contenido no saldría... explotaría.

Volví a dedicarme durante pocos minutos a comérselo igual que lo había hecho durante la última media hora cuando me cogió la cabeza con las dos manos y me dijo:

- Ahora quiero correrme.... Devóralo.

Y eso hice, ahora mis movimientos no eran comedidos, eran rápidos y salvajes, mis dedos abrían su coño entrando hasta el fondo mientras mis labios y mi lengua lamían una y otra vez su clítoris. Su orgasmo no se hizo esperar, corrijo, su gran orgasmo no se hizo esperar. Su cuerpo se revolvía mientras yo tenía que esforzarme en sujetar sus piernas para poder seguir lamiéndola, para poder alargar ese orgasmo del que ella entre gemidos y ya de manera descontrolada intentaba zafarse. Yo continuaba hundiendo mi cara en su coño cuando con sus manos y sin poder aguantar el intenso placer que la estaba recorriendo apartó de manera ya definitiva mi cabeza.



Se giró y cuando me acerqué a ella con intenciones todavía oscuras me dijo:

- No, no, ahora necesito mi momento.....

Así que lo respeté y la dejé reponerse a su ritmo. Después nos acomodamos, bebimos cava, charlamos....
Quizás en el momento que más a gusto estaba tumbado y disfrutando de la charla....

- Ummmm, ya sé lo quiero. Me das un masaje por favor? El por favor, evidentemente es un acto de cortesía.... – apuntó a continuación.

Era evidente que Bárbara estaba a gusto, disfrutaba con nuestra conversación, pero le apetecía un masaje y aunque me lo pidió con mucha educación, también quiso evidenciar que no me estaba pidiendo un favor, sino que le prestara los servicios por los que me había pagado...

Continuamos nuestra conversación mientras mis manos masajeaban su espalda, sus hombros, su cuello con sumo cuidado, me entretenía buscando el esmero que cualquier profesional busca en su trabajo, y como tal, y sin olvidar lo que Bárbara deseaba de mí, cuando finalicé el masaje, continué acariciando sus glúteos, explorando la rajita de su culo y notando como de nuevo estaba comenzando a mojarse....

Mis dedos pronto, y casi sin quererlo, resbalaron dentro de ella a lo que su cuerpo y sus gemidos respondieron rápidamente, besaba su espalda, su culo, mientras mis dedos follaban su coñito una y otra vez.

Se dio la vuelta y me pidió que volviera a devorar su coño:

- Quiero volver a correrme....

Lamía con ansia mientras mis dedos se empapaban en su coño lascivo cuando....

- Joder!!!!.... Métemelos hasta dentro.... Ábreme bien.....

“Este es el momento” Pensé, y de debajo de la almohada saqué el imponente vibrador que le había comprado....

Cuando lo vio, sólo lo miró y se tumbó abandonada al placer que imaginaba que entre mi regalo y yo podríamos ofrecerle.

Le entró con una facilidad pasmosa, hasta dentro, sin dificultad alguna y sus gemidos delataban el inmenso placer que mi lengua en su clítoris y ese fantástico consolador follándola hasta dentro le estaban ofreciendo....

De nuevo volvió a correrse, de nuevo reclamaba su momento de retiro tumbada de lado y de espaldas a mí, pero al colocarle vibrando su nuevo juguete a lo largo de la rajita de su culo, las vibraciones se combinaban con los últimos coletazos de su orgasmo haciendo que de nuevo sus piernas se abrieran y volviera a sentir como esa polla rosada volvía a follarla, arrancándola en breve un nuevo orgasmo.

Ya no podía reclamar momentos de retiro, ya no era ese orgasmo del que disfrutar, Bárbara se había sumido en un estado de excitación en el que necesitaba un orgasmo tras otro.....

Se tumbó boca arriba, abrió sus piernas y me dijo....

- Fóllame!!!! Trátame como si fuera esa cliente que quieres que te contrate una y otra vez.....

Haciendo gala de la profesionalidad obligada en este trabajo, obedecí, me tumbé encima de ella y comencé a frotarme....

- Fóllame... fóllame....

Por fin calló... como respuesta a mi polla llenando su coño.... estaba tan excitada que empezó a moverse rápidamente.... Yo devoraba sus generosos pechos...

- Toma... Esto querías no? Para esto has pagado...
- Siiiiiiii.... si......
- Querías un cabron que te follara a tu antojo no?
- Sí... fóllame... hazme lo que quieras...

Cada vez nos volvíamos más salvajes... un nuevo orgasmo volvía a colocarla en la posición de reposo...

Después de un breve descanso me dirigí a por un poco de agua y al pasar por su lado de la cama, me frenó con la mano.

- Espera...

Se quedo mirando mi sexo, lo cogió.... No puedo decir exactamente que me la chupara, más bien, sólo quería probarla, la lamió... la metió en su boca saboreándola... la soltó y de nuevo se tumbó a reposar...





Al tumbarme de nuevo me confesó su siguiente deseo....

- Ahora voy a comértela... Te la voy a dejar bien dura y luego me la voy a clavar....

Se dedicó a comérmela, lo hacía con entretenimiento, con curiosidad, se notaba que más que ofrecerme placer a mí, estaba disfrutando ella, llenándose la boca, saboreando mi polla, explorándola, excitándose con la idea de cómo me iba a follar después.....

- No te imaginas lo mojado que lo tengo sólo de verte gemir....
- Déjame probarlo....
- No que me desconcentro....
- No te gustaría ponerme el coño en la cara y decirme.... “Come cabrón”


No respondió, directamente lo hizo. No había acabado la frase cuando Bárbara se había arrodillado sobre mí y me encontré lamiendo ese coñito vicioso que se derramaba en mi boca....

La notaba cachonda, cogiéndome del pelo y moviendo el coño contra mis labios. En ocasiones yo ponía la lengua dura y ella se movía de arriba abajo follándosela, dejando que la abriera el coño una y otra vez. En cuanto se corrió bajó a clavarse la endurecida polla que la esperaba con ansia...

Parecía haberse vuelto loca, se la metía hasta dentro, se frotaba y luego cambiaba el ritmo para metérsela entera y sacársela, cambiaba casi de manera convulsiva una y otra vez...

- Esto... Esto... Esto buscaba cabron... me tienes cachonda.... me tienes hecha una perra loca por follar.....

Mis caderas golpeaban hacia arriba cada vez con más fuerza....

- Así.. Así.. dame fuerte.... Fóllame hasta dentro..... Dame... dámela toda.....

Un nuevo orgasmo robaba de nuevo sus gemidos... esos que le prometí que tendría por cada céntimo pagado.

Los momentos de retiro ya eran impensables:

- Date la vuelta

Y así hizo. Ahora con una rodilla en la cama y la otra pierna flexionada comencé a abrirla por detrás.... cogía sus glúteos con fuerza y con fuerza mis caderas golpeaban contra ellos. Bárbara me pedía que la penetrase más y más fuerte, aunque no perdía la oportunidad de frenarme y hacerla disfrutar de una polla entrando lentamente hasta dentro para luego salir de la misma manera.

Esa lentitud no duró demasiado ya que el olor a sexo flotaba en el ambiente y los orgasmos anteriores nos empujaban a mostrar nuestro lado más salvaje y fue así, cuando mi polla entraba en su coño completamente excitada cuando volvió a regalarme otro de sus maravillosos orgasmos.

Bárbara yacía en la cama, de nuevo disfrutando de su reciente orgasmo. Su cuerpo todavía se contraía ocasionalmente al sentir alguna de las reminiscencias que parecían volver a atacarla, todavía jadeaba aunque cada vez de manera más suave.

Yo estaba tumbado también recuperándome del esfuerzo realizado, pero me notaba salido. Mire mi polla, todavía estaba dura, levantada, como un soldado dispuesto para volver a la batalla. Yo quería más, mi polla quería más, y estaba claro que esa chica que aún se retorcía a mi lado como una perra, también quería más.

Me acerqué por detrás, pasé mi mano por la encharcada rajita de su culo y volvió a gemir, dirigí mi polla hasta la entrada de su coño empapado y volví a meterla de golpe...

- Joder!!! Que cabrón eres... me vas a matar...
- Calla zorra.... esto es lo que querías no? Una polla insaciable follándote...
- Siiiiiii, siiiiii

Pronto me encontré dándole fuerte por detrás, cada vez más rápido y cuando vi que estaba de nuevo a punto, empecé a empujar con todas mis fuerzas mientras cogiéndola de la cintura la traía con fuerza hacia mí. Sus gemidos respondían a los azotes que de vez en cuando le daba mientras casi le gritaba....

- No pares... no pares, no pares de follar....
- Más, más… – Casi balbuceaba ella...-

Seguía moviéndome tan fuerte y tan rápido como podía, estaba casi al límite de mis fuerzas cuando otra vez comenzó a correrse.... ahora eran gritos....

- No pares cabrón!!!!!!! No pares!!!!!!!!

Y así continué saciando su vicio hasta que ambos caímos exhaustos. Estábamos tumbados recuperando la respiración cuando al hacer un pequeño movimiento sentí el placer tremendo de tener mi polla aun en su cálido coño. Estaba tan salido que ni siquiera era capaz de parar a recuperar la respiración. Comencé de nuevo a moverme con fuerza, no quería follarla despacio, no quería un comienzo suave para luego ir aumentando la intensidad. Sabía que en cuanto empezara a follarla con fuerza y sintiera mi polla abriéndola hasta dentro sería capaz de correrse de nuevo, y así hice.

Empecé con fuerza, y ella respondió con un grito de placer, rápidamente comenzó a mover de nuevo su culo pidiendo más profundidad en mis embestidas... no creo que hubieran pasado cinco minutos cuando un nuevo orgasmo la atenazaba otra vez con mayor intensidad aún que el anterior.

Tras unos breves momentos de reposo, Bárbara volvió a disfrutar del sabor que mi sexo podía ofrecerle, me estaba volviendo loco con su lengua explorándome desde la punta hasta el interior de mi culito, combinaba sus labios con su mano y mi excitación iba creciendo hasta que, conocedora de su placer por ver masturbarse a un hombre comencé a acariciarme mientras ella se dedicaba a lamer mis pezones (parecía conocer mi debilidad y la excitación que eso me produce) Poco después el orgasmo, en esta ocasión, era el mío y al avisarla de su inmediatez, rápidamente cubrió con su boca mi polla saboreando la explosión de placer contenido durante toda la noche, que por fin salía de mi. Al recuperarme y poder mirarla de nuevo, se dedicó a lamerme, mostrándome como disfrutaba saboreándolo mientras me miraba con ojos de viciosa...

En el último momento de reposo me dijo:

- Por dios!!!! Qué dinero mas bien invertido. Sabes? Puedes dedicarte a esto, eres bueno.

Hace algún tiempo una buena amiga me comentó:

- La sensación de cobrar es algo que toda mujer debería probar al menos una vez en su vida....

Me gustó la idea, y me dejó dando vueltas a la cabeza hasta que la respondí:

- Y desde luego todo hombre también......

Desde entonces esa fantasía me rondaba de distintas formas. Hice un anuncio, no sé si con la única intención de divertirme o de guardarlo para el día en que me decidiera a usarlo. Creo que era consciente que teniéndolo ahí, algún día llegaría la oportunidad.

Sus sensaciones