domingo, 12 de febrero de 2012

El arte de seducir. Capítulo VIII: Las nueve variables.




Continuación de: El arte de seducir. El arte de seducir. Capítulo VII Maniobras.



Capítulo VIII: Las nueve variables.

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En general, el sistema para emplear nuestros recursos es conocerlos, dominarlos y dosificarlos.

2

Nunca se debe avanzar cuando las circunstancias no sean favorables.

3

En circunstancias favorables genera y aprovecha las ventajas.

4

No te permitas el lujo de perderte o enredarte en caminos que no llevan a ningún sitio.

5

Ante barreras imprevistas, se requiere saber recurrir a los recursos.

6

Ante el momento de la verdad, avanza firme, con valor.

7

Existen algunos caminos que no deben seguirse, no todas las ventajas han de aprovecharse en el momento, no todas las personas han de ser seducidas. Saber retirarse, es tan importante como saber avanzar.

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Hay ocasiones, en las que la estrategia marcada ha de ser destruida, saber adaptarse es tan importante como saber planificar.

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Un experto en las ventajas de las nueve variables, sabe como emplear el arte de seducir.





Como consecuencia, resulta evidente que quien no domine estas nueve variables, no sabrá maniobrar entre las ventajas y las oportunidades que pueda encontrar en su camino. Incluso aunque las situaciones a las que tenga que hacer frente le resulten familiares.

Por estos motivos, la estrategia es tan importante. Se ha de valorar con igual importancia tanto lo favorable, como lo desfavorable, sin dejar que ninguno de los dos aspectos nos nuble, nos anime en exceso o nos amedrente demasiado.

Considerando los aspectos favorables, puedes realizar tus planes; considerando los desfavorables, podrás resolver las dificultades.

Una doctrina importante en el arte de la seducción, es no contar con la invulnerabilidad de la persona a la que queramos seducir, sino ir creciendo con cada paso que damos, enriquecernos y hacernos cada vez más fuertes.

Si entrenamos tal como recomendaba al inicio de estos textos, somos capaces de observar las reacciones de la gente a nuestros comportamientos como seductores, podremos crecer como tal, y lo que es más importante, como persona. Podremos usar nuestras habilidades no solo para seducir en su sentido más sexual o sentimental, sino en cualquiera de los aspectos de nuestra vida.

En cualquier caso y aunque hasta ahora hemos hablado de las debilidades de la persona a la que queremos seducir y como actuar o maniobrar ante ellas, es de suma importancia conocer cuales son las cinco debilidades del carácter que pueden hacernos fracasar.

Temeridad: Se puede ser valiente a la hora de enfrentarse a situaciones, pero esa valentía, sin prudencia se convierte en temeridad y es camino seguro al fracaso.

Cobardía: Alguien que no es capaz de reunir el valor necesario para acometer ciertas empresas, fracasará con total seguridad. La cobardía genera indecisión, y en estas lides la indecisión es una calamidad.

Ira: Si te dejas llevar por la ira, sin duda acabarás siendo motivo de mofa, chistes y el único destino de tu camino podrá ser el fracaso. Si has llegado a este punto, retírate, no tienes nada que hacer y si algo tienes, es mejor que ya no lo hagas. No hay nada peor que perder las formas.

Susceptibilidad: Si muestras esta debilidad, si respondes de manera susceptible a lo que te dice la persona a la que quieres seducir, la coartarás en su manera de expresarse y perderás una cantidad de información de incalculable valor.

Ego. Un exceso de ego nublará tu mente, el ego es algo que debemos llevar guardado para nosotros y no debe ser exhibido. Alardear en demasía o buscar el reconocimiento de nuestros actos, no podrá ser encuadrado jamás en el arte de seducir, es solo una manera de alimentar nuestro ego que no lleva a ningún sitio, más que a la muestra de nuestras inseguridades, de nuestras debilidades.

Conocernos a nosotros mismos, es el principio del camino del arte de seducir.



2 comentarios:

Mar Suave dijo...

Me gusta y aun a riesgo de suspender esta lección,te dejo un beso temerario e imprudente.:)

Un travieso curioso dijo...

Mar, me encanta todo lo temerario e imprudente, y tus besos son muy muy bien recibidos....

Besos traviesos

Muy traviesillo