domingo, 19 de febrero de 2012

Detrás de ti




Me encantaba verla disfrutar, jugábamos intercalando la lentitud y la suavidad con el desenfreno y el descontrol. Me excitaba ver como cada vez se volvía más morbosa, como jugaba con distintos roles, desde la inocente e inexperta que me suplicaba que por favor parara, hasta la zorrita que se dejaba hacer cualquier cosa.

Entre rol y rol me iba excitando cada vez más, sentía como me iba descontrolando. En ocasiones cambiaba el ritmo, y volvía a intentar retomar un juego lento y morboso. Jugar a penetrarla lentamente para hacer crecer su deseo, jugar en su boquita y por toda su cara con mi erección, pero entonces ella volvía a mirarme con esa mirada viciosa y volvía a convertirse en esa putita que nuevamente conseguía que perdiera el control para acabar embistiendo cada vez con más y más fuerza. Ella gemía y gemía como respuesta a cada una de mis embestidas y yo me sentía cada vez más fuera de mí, estaba consiguiendo sacar mi lado más salvaje.

Mientras la penetraba casi con brutalidad jugaba con su culito, disfrutaba viendo como me lo ofrecía como una perrita y como se volvía loca cuando sacaba lentamente mi dedito de él. Cada vez se lo abría un poquito más y por fin no pude resistirme.

La cogí en brazos, la llevé al salón y casi la tiré boca abajo en el sofá, apoyada en el reposabrazos con su culito en pompa a mi entera disposición.

Volví a apoderarme de su coño siempre húmedo y dispuesto mientras acababa de prepararla metiendo mi dedo hasta dentro para volver a sacarlo lentamente.

Por fin, sin poder contenerme por más tiempo dejé libre su coño para penetrarla lentamente por detrás. Lo hice con cuidado en las primeras embestidas, hasta que dilató lo suficiente como para poder moverme con la tranquilidad de no hacerla daño. Lo hacía despacio, llegando hasta dentro para después sacarla lentamente y hacerla notar como mi capullo la recorría centímetro a centímetro. Eso la volvía loca, se comportaba como una autentica zorrita que pretendía fingir una supuesta virginidad anal y eso, me estaba volviendo loco.

Ver como se retorcía, gemía y arqueaba su espalda cuando yo salía de ella mientras suplicando me decía…

- No por favor, para ya… deja mi culito… no, no, no….

Me hacía sentir cada vez más cabrón.

- Mira putita – le decía mientras la cogía con fuerza del pelo – Tu a mi no me engañas, eres una zorra a la que le encanta que le abran el culito…

- No, no lo soy… no… para por favor… - me decía mientras me dedicaba sus miradas más lascivas…

- Ah no?... Pretendes que me lo crea?... Mira, voy a hacer una cosa, voy a sacar mi polla de tu culo hasta dejar solo mi capullo dentro, y sabes que voy a hacer después?

- No… que vas a hacer?

- Voy a darte un pollazo como no te lo han dado nunca, voy a metértela hasta dentro de golpe y con fuerza y si no gimes, te prometo que pararé…. Pero si se te ocurre gemir… si me demuestras el más mínimo placer… voy a seguir follándote así hasta rompértelo…

- No, no, por favor, no hagas eso, no, no, no, AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH



Creo que ni yo mismo era consciente de lo que iba a pasar. Siempre que he practicado sexo anal, he sido muy cuidadoso, no me gusta provocar dolor y supongo, que es algo que me he hecho siempre controlarme mucho en ese tipo de situaciones, sin embargo, en ese momento veía como Alma quería más, como me incitaba con sus gemidos, con sus movimientos a dejarme llevar, a perder por completo el control y de un golpe se la clavé con todas mis fuerzas hasta dentro.

Realmente no sé si gritó gimiendo, o gimió gritando, pero su espalda se arqueó todo lo que daba de sí, se giró y me miró con los ojos muy abiertos y con cara de sorpresa mientras noté como sus piernas comenzaban a temblar… Comencé a sacarla lentamente como me había demostrados que le gustaba, mientras sus piernas habían parecido entrar en un temblor constante e irrefrenable…

- Has gemido zorra, has gemido… Te lo dije, yo sé bien lo que a ti te gusta y te lo voy a dar, voy a seguir dándote pollazos hasta que te destroce…

- No, no, no…

Y volvía a gemir, y volvía a negar mientras no paraba de temblar y mirarme con cara de sorpresa mientras yo cada vez me embrutecía más y le daba con más fuerza.

- No, no, no, para por favor, para…

- Vale, quieres que pare? –y paré -

Me quedé quieto y en ese momento ella se giró todo lo que pudo, me cogió con la mano y me gritó…

- Noooooooooooooo Sigue por favor, no pares, no pares…

- Ves?????????? Lo ves???????????? Eres una Zorra!!!! Eres una zorra a la que le gusta que le rompan el culo a que si????

- Si, si, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, no pares!!!!! No pares por favor!!!!!!!!

Eso fue la gota que colmó el vaso, si yo ya estaba descontrolado, verla así me embruteció de tal manera que ya no la follaba entrando y saliendo fuerte. Cogí mi polla con la mano y la saqué del todo, y casi se podría decir que cogiendo carrerilla, la embestía de nuevo hasta dentro, la sacaba rápido del todo, y de nuevo, cogiendo algo de distancia volvía a abrirla con fuerza…

Alma se retorcía cada vez que entraba en ella, seguía temblando, gritando, podía ver como sus manos, sus uñas se clavaban con toda sus fuerzas en el sofá mientras yo, casi fuera de mi empujaba cada vez con más fuerza hasta que los dos caímos rendidos en el sofá.

Alma, con la sorpresa dibujada en su cara me dijo…



- Uffffffffff, sabes? Nunca me habían follado así por detrás. Me gusta hacerlo, lo disfruto mucho, pero… no sabia que se podía follar así, es que… jo, es que ha sido….. uffffffffffffffff Yo otras veces que lo he hecho por detrás, he disfrutado mucho, pero siempre ha sido, no sé, nunca ha sido de tantas maneras distintas, rápido, despacio, fuerte, otra vez despacio….

No sé si estaba disfrutando más con lo que me estaba contando o con su cara de sorpresa, parecía la de un niño que hubiera visto como los reyes magos le dejaban su regalo y por fin hubiera descubierto que realmente existen.


Alma, había conseguido desligarme de ese control que nunca he perdido y que me abandonara completamente convirtiéndome durante esos momentos en un verdadero cabrón con el único deseo de follar lo más salvajemente que fuera posible.








6 comentarios:

Mar Suave dijo...

Me gusta como describes tus juegos,has hecho que me sobrecoja.
Un besito

Nyeri dijo...

No sé cúantas veces he leido este relato, en cada palabra se respira complicidad y morbo, y cada vez que lo leo me excito y me muero de ganas por jugar a ser la "dulce niña-putita salvaje"

Siempre me ha gustado ese rol y Alma se merece un Oscar por su gran interpretación.

Besos a ambos,

Nyeri.

Un travieso curioso dijo...

Mmmmm Mar, me ha gustado sobrecogerte, espero que no sea la última vez que lo haga...

Besos traviesos.

Muy traviesillo

Un travieso curioso dijo...

Mmmmmmm es un rol al que apetece mucho jugar contigo... Y al reves? Creo que jamás he jugado el rol de chico tímido e inexperto al que acaban sacando su lado más salvaje...

Besos traviesos

Muy traviesillo

Anónimo dijo...

Me encanta este post. Besitos de una madrileña también algo traviesa jeje

Un travieso curioso dijo...

Hola Madrileña Traviesa!!!!!

Espero que no sea el único ;-)

Besos traviesos!!!!!

Muy traviesillo